martes, 28 de febrero de 2012

La Necesidad de una teoría social y situada de la cognición y del aprendizaje


LA NECESIDAD DE UNA TEORÍA SOCIAL Y SITUADA DE LA COGNICIÓN Y DEL APRENDIZAJE

La importancia del constructivismo en la educación considera que se revalore el aprendizaje en su papel de actividad social y no solo como acto de cognición social o intrapsíquico. En los ochentas destacan las aportaciones de la perspectiva denominada cognición situada (situated cognition), que establece la importancia de la actividad social y del contexto en el proceso de aprendizaje. Brown, Collins y Duguid, 1989) reconocen que el aprendizaje escolar consiste en buena medida en un proceso de aculturación, donde los alumnos pasan a formar parte de una comunidad o cultura de aprendices y practicantes de determinados saberes que consideran relevantes en dicha comunidad.
Para Wegner (2001) el aprendizaje se concibe como un fenómeno fundamentalmente social. También para este autor una teoría social del aprendizaje contempla como componentes clave los siguientes:
·       El significado como capacidad individual y colectiva de experimentar la vida y el mundo;
·       La práctica como compromiso mutuo a través de la acción;
·       La comunidad como configuración social donde se adquiere competencia;
·       Identidad como devenir personal en el contexto de comunidad. 
Desde la perspectiva situada, el proceso de enseñanza debería orientarse a aculturar a los estudiantes a través de prácticas auténticas, es decir, cotidianas, significativas, relevantes en su cultura, mediante procesos de interacción social similares a los que ocurren en situaciones de la vida real.
Para Resnik (1987), la forma en que se fomenta el conocimiento en las escuelas, con frecuencia contradice cómo se aprende fuera de ella.
·       El conocimiento que se fomenta en la escuela es individual  y fuera de ella es compartido.
·       El conocimiento escolar es de tipo simbólico- mental, mientras que fuera de ella es físico instrumental;
·       En la escuela se manipulan símbolos libres de contexto, mientras que en el mundo real se trabaja y razona sobre contextos concretos.
·       Retomando a Brown, Collins y Duguid (1989), la escuela intenta enseñar a los educandos mediante prácticas sucedáneas (artificiales, descontextualizadas, poco significativas).
En consecuencia, cuando se aboga por la cognición y el aprendizaje situados, se intenta una mirada educativa donde se plasman las ideas de la corriente sociocultural vogotskiana, en especial la concepción de andamiaje del parte del profesor (experto) hacia el alumno ( novato).

El mayor reto que asume la perspectiva del aprendizaje y la enseñanza situada es cambiar la dinámica en las aulas y lograr una verdadera educación para la vida. La cognición situada asume diferentes formas y recupera distintos marcos de referencia, vinculados con conceptos como "aprendizaje situado", "comunidades de práctica" y "participación periférica legítima", así como el modelo de aprendizaje cognitivo (cognitive apprenticeship), o aprendizaje artesanal.
Derry ,Levin y Schauble (1995), afirman que desde la perspectiva sociocultural la autenticidad de una práctica educativa se determina por el grado de relevancia cultural de las actividades en que participa el estudiante, así como por el tipo y nivel de actividad social que éstas promueven. Las prácticas educativas que satisfacen en un nivel alto los criterios anteriores incluyen el análisis colaborativo de la información o contenidos de aprendizaje, las simulaciones situadas y el aprendizaje in situ, es decir, el que se desarrolla en escenarios reales, donde los alumnos realizan actividades auténticas. Por el contrario, actividades como lecturas individuales y descontextualizadas, o la resolución de ejercicios rutinarios con datos o información inventada, tienen el más bajo nivel de actividad social y de relevancia cultural.
2a. Exposición martes 14 de febrero 2012
Jorge Andrei Campos Junco

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